domingo, 10 de abril de 2011

Como Cenicienta

Son las doce y ahora decides acordarte de mi. Lo siento, pero he de decirte que no, que yo no soy como Cenicienta.

Que para mi la media noche ya es tarde, hasta incluso para ti. Has tenido todo el día para buscarme...y no me digas que no es fácil encontrarme. Sabes que quién quiere puede, pero quizás tu simplemente es que no querías encontarme.

Total...¿Qué nos une a ti y a mi? Somos opuestos y no termino de encajar en tu vida. ¿Será la diferencia de edad? O simplemente la incompatibilidad de caracteres o gustos.

Quizás crees que estoy exagerando, pero para mi no es así. Simplemente no me esperaba tu llamada a esa hora, es más creo que solo ha sido una excusa para limpiar tú conciencia y quedar bien conmigo.

Pero...¿Sabes qué? Le tengo a el, será mejor o peor. Con él no me encuentro excluida, aunque seamos tan físicamente diferentes, aunque me "obligue" a ver un partido de fútbol que no me interese. Pero no dejará de repetir "eres uno más".




Le diré de aparcar el coche en mi garaje y encontrará aparcamiento en la puerta de mi casa.
Con él me reiré de unas fotos ridículas en un móvil.
Beberé ron (del malo eso sí) por 1'70€.
Me aprenderé una canción estúpida sobre un tio semiempalmado.
Acariciaré a no uno, si no a dos gatos.
Con o sin explicación se pondrá crema por la cara de lo que me reiré como si no hubiera mañana.
Le aconsejaré que se mire la alergia porque no para de estornudar cada dos palabras que dice. 
Beberé cerveza en tu Bar de mala muerte para después comerme una empanadilla que horas después me pedirá mucha agua.
Me sentaré en un banco solamente porque estará cansado y después se planteará probar unas llaves en un conocido supermercado.

Después me dejará en casa, le besaré y le diré mi frase de todos los Sábados...

"Dame un toque cuando llegues, para quedarme tranquila"

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